Existen cuatros elementos que caracterizan las variedades de uvas: color, la intensidad de su aroma, acidez y dulzor. En referencia, la lengua humana en sí solo puede diferenciar entre cinco sabores: dulzura, acidez, amargura, salinidad y umami.
De ese modo, la mayoría de los vinos son secos, lo que significa que no contienen azúcar o al menos son menos perceptibles para los humanos. Es por eso que es importante diferenciar el dulzor en el vino que viene de la presencia de azúcar residual, a los sabores y aromas afrutados en algunos vinos por el uso de frutas cultivadas en climas más cálidos.
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La acidez es lo que determina qué tan fresco sabe un vino. Como mencionó Manuel, la acidez puede enmascarar la dulzura y esto se aplica también al revés. Por lo tanto, el nivel de acidez debe ser suficiente para proporcionar frescura al vino.
Completa el cuestionario de esta unidad, y sigamos dándole LA VUELTA AL VINO.
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